#9543 | 28 de Septiembre del 2025
El Mundial Sub-20 de fútbol inicia en Chile el 27 de septiembre, obligando a los jugadores a un alto nivel de preparación física y mental.
El próximo sábado 27 de septiembre, Chile se convertirá en el escenario del Mundial de Fútbol Sub-20, donde la selección nacional espera ofrecer un destacado desempeño. Esta competencia, que reúne a selecciones de gran renombre, planteará desafíos significativos para los jóvenes futbolistas, muchos de los cuales estarán participando en su primera experiencia internacional. La preparación física y mental que requieren los atletas es, por lo tanto, fundamental en este contexto.
La exigencia del torneo es notablemente superior a la de los torneos anuales tradicionales. Según el doctor Felipe Rojas, médico de la Clínica de Recuperación de Lesiones (CRL), el aparato locomotor de los jugadores en desarrollo es más vulnerable a lesiones, lo que hace que cada sesión de entrenamiento y cada partido sean cruciales para su salud física. Rojas menciona que las lesiones comunes entre los jugadores jóvenes son desgarros musculares, derivados del sobreesfuerzo y la alta exigencia competitiva, ya que podrán enfrentar partidos cada 4 a 5 días.
La programación de partidos en tan poco tiempo puede aumentar la posibilidad de lesiones, ya que la recuperación total de la musculatura no siempre es posible en estos casos. Además, es probable que se presenten lesiones típicas como esguinces, luxaciones o contusiones, todas asociadas a la carga de trabajo y la intensidad del juego. Para mitigar este impacto, la preparación física juega un rol fundamental. La mayoría de los jugadores llegan al evento habiendo entrenado previamente en sus clubes, lo que resulta esencial para su rendimiento durante la competencia.
El doctor Rojas subraya que la preparación deberá incluir tanto el desarrollo de fuerza como de resistencia, elementos clave para manejar la intensidad de los partidos. En un Mundial, las exigencias son más altas, con rivales que pueden superar las capacidades físicas de los chilenos. Por ello, se requiere un enfoque en la optimización del rendimiento de cada jugador, que se traduzca en una mejor presentación en cada encuentro.
Adicionalmente, la salud mental y emocional de los jugadores es un aspecto que no debe ser descuidado. Rojas también destaca la importancia de la fortaleza mental, que debe abordarse desde la psicología, enfocándose en el control emocional y la tolerancia a la frustración. Un adecuado manejo emocional puede afectar directamente el rendimiento deportivo y, a su vez, contar con un coach motivacional puede potenciar el desarrollo de los jugadores durante el mes que dure el torneo.
En resumen, la expectativa es alta para los jóvenes futbolistas chilenos que, a partir de este sábado, se enfrentarán no solo a rivales en el campo, sino también a la presión y a demandas físicas y mentales que un evento mundial de esta magnitud conlleva. Así, la preparación que han recibido en los meses previos será crucial para su desempeño y bienestar durante toda la competencia.