El ePAC es la evolución electrónica del ya conocido PAC (Pago Automático de Cuentas), una forma de pago en la que el titular de una cuenta bancaria autoriza un descuento mensual a su cuenta corriente. Un ejemplo es cuando firmamos un mandato para pagar el plan anual de un gimnasio o si una automotora nos ofrece este mecanismo para pagar el pie de un vehículo. En todos los casos, estos mandatos son parte del ecosistema bancario. Si históricamente este trámite se ha hecho con mandatos en papel, gracias a la digitalización y el uso de la Firma Electrónica Avanzada, hoy los ePAC ya representan el 10% de las transacciones.
Según el Centro de Compensación Automatizado (CCA), entre 2022 y 2023 las cifras de ePAC se han triplicado, de 7.991 a 26.478 transacciones a la fecha. En detalle, comparando los meses de enero, mayo y agosto de cada año, la diferencia es sustancial. En el primer mes de 2022 hubo 505 transacciones, mientras que un año más tarde llegaron a 1.061; en mayo la brecha aumenta, de 514 a 3.195; y en agosto sigue la tendencia, con un aumento de 706 a 4.119 de un año a otro.
El gerente general de CCA, Américo Becerra, comenta que “con este servicio se benefician las instituciones financieras, los clientes y el país. Los bancos, porque hay una evidente disminución de costos al hacer todo digital y disminuye el tiempo de procesamiento de los trámites, el pago automático queda activo en menos tiempo. Por el lado de los clientes, hay mayor tranquilidad y el país avanza fuertemente hacia la digitalización”. En esa línea, Becerra destaca a la Firma Electrónica Avanzada durante este proceso, ya que “entrega certezas de que quien firma corresponde a la persona, hay mayor seguridad porque hay empresas certificadas por el Ministerio de Economía, no repudio y baja de costos”.
Domingo Beas, gerente comercial de IDOK (https://idok.cl/), empresa chilena certificada y especializada en identidad digital y firma electrónica, concuerda con que “el mercado se beneficia con estas soluciones, ya que generan trámites más rápidos, transparentes y con menor costo”.
“El ePAC puede ser utilizado desde cualquier lugar, momento y a través de equipos de escritorio o móviles. En general, los bancos tercerizan este procesamiento de mandatos, mientras que los clientes pueden empezar prontamente a utilizar el servicio porque se hace el descuento de la cuenta corriente en línea. Hablamos de 100% transformación digital, porque decimos adiós a los papeles que antes eran difíciles de gestionar, almacenar y recuperar”, agrega Beas.
Por último, el futuro de estos nuevos trámites electrónicos es prometedor, según los expertos. Becerra apunta que “vamos a la digitalización total, el ePAC irá creciendo y yo creo que el papel se va a eliminar en algún momento, si se crean los incentivos adecuados, porque a los bancos les ha costado, pero hay empresas que se especializan en esto y ofrecen el servicio a la banca”.
Respecto a la Firma Electrónica Avanzada, el gerente de CCA dice que “hay que potenciarla con una relación público-privada, donde más gestiones sean con este tipo de firma, que da mayor seguridad que la Clave Única. Hay que desmitificar la dificultad de las personas mayores para entrar a un mundo digital. Tenemos experiencias en digitalización, como el uso de la Cuenta Rut de Banco Estado o la tarjeta BIP en Santiago. La gente se ha tenido que adaptar finalmente al uso de nuevas tecnologías, usar cada vez menos efectivo y descubren la facilidad de uso y sus beneficios”.