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Cómo adaptar la alimentación a las fases del ciclo menstrual para mejorar problemas hormonales como tiroides y endometriosis.

#8927 | 10 de Marzo del 2025

Un enfoque nutricional adaptado a las fases del ciclo menstrual puede mejorar significativamente los síntomas de trastornos hormonales como tiroides, endometriosis y síndrome premenstrual, según expertos de Vilbofit.

En el marco del Día Internacional de la Mujer, el centro de nutrición Vilbofit destaca la importancia de adaptar la alimentación a las distintas fases del ciclo menstrual para mejorar la salud hormonal y aliviar síntomas asociados a desequilibrios hormonales. Expertos como Ana Paula Guerrero, nutricionista y cofundadora de Vilbofit, subrayan que las fluctuaciones hormonales a lo largo del ciclo menstrual crean necesidades nutricionales específicas, las cuales, si son atendidas adecuadamente, pueden marcar una diferencia en la calidad de vida de las mujeres que sufren de condiciones como tiroides, endometriosis y síndrome premenstrual (SPM).

Durante la fase folicular (días 1-14 del ciclo), el cuerpo requiere alimentos ricos en hierro y vitamina C, que ayudan a reponer las pérdidas ocasionadas por la menstruación, especialmente en mujeres con endometriosis que experimentan menstruaciones abundantes. En la fase ovulatoria, los antioxidantes son clave para combatir el estrés oxidativo, mientras que en la fase luteal (días 15-28), el magnesio y la vitamina B6 son esenciales para reducir los síntomas del SPM, como fatiga y cambios de ánimo.

Guerrero también resalta la importancia de una dieta adecuada para mujeres con problemas de tiroides, señalando que el consumo de yodo, selenio y zinc es crucial. Estos nutrientes se encuentran en pescados, nueces y legumbres, mientras que alimentos como la soja y el brócoli pueden interferir con la absorción del yodo, especialmente en casos de hipotiroidismo.

Las deficiencias nutricionales comunes en mujeres, como la falta de hierro, vitamina D, calcio y magnesio, están estrechamente relacionadas con la salud hormonal. La deficiencia de hierro es particularmente frecuente debido a la pérdida menstrual y puede agravarse en condiciones como la endometriosis, mientras que el déficit de magnesio puede contribuir a las migrañas premenstruales y la fatiga.

Vilbofit también resalta cómo el estrés crónico puede afectar la absorción de nutrientes esenciales, ya que altera el equilibrio de la microbiota intestinal y reduce la producción de enzimas digestivas. Para optimizar la salud hormonal, la clave es contar con un enfoque nutricional personalizado que considere tanto la fase del ciclo menstrual como condiciones específicas como tiroides, endometriosis o SPM.

Además, Guerrero recuerda que la nutrición debe ajustarse a las distintas etapas de la vida de la mujer. Durante la menopausia, es importante aumentar el consumo de calcio y vitamina D para prevenir la osteoporosis, mientras que una dieta adecuada en proteínas y ácidos omega-3 beneficia la salud cardiovascular y preserva la masa muscular.