Con el objetivo de analizar la grave crisis financiera que aqueja a las escuelas y aulas hospitalarias, debido a la suspensión de actividades académicas presenciales producto del Covid-19, la Comisión de Educación en una sesión especial escuchó a diversos actores en la materia.
Las denuncias recibidas por la instancia dan cuenta que estas escuelas no han podido abrir sus puertas, generando una baja significativa en los recursos asignados a cada establecimiento.
Según la directora del Centro de Investigación para la Educación Inclusiva de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, Verónica López, en el último año se produjo una disminución de un 70% en las subvenciones entregadas por el Estado a las escuelas hospitalarias, lo que no permitiría cumplir con los compromisos de pago a los profesionales que trabajan en ellas.
Esto se traduce en inestabilidad laboral, en un riesgo inminente de despidos generalizados o, incluso, en el cierre de algunos recintos.
De ocurrir lo anterior, según Verónica López, se dejaría sin educación a una importante población de niños, niñas y jóvenes en situación de enfermedad, lo que deterioraría la calidad del servicio terapéutico que reciben en los hospitales y, por lo tanto, su salud (documento exposición).
También estuvo presente Verónica Oliva, representante de la Red de Aulas y Escuelas de Pedagogía Hospitalaria en Chile, quien explicó que a la fecha existen 57 aulas hospitalarias en todo el país, las que atienden a 20 mil niños anualmente (ver presentación).
Oliva aseguró que por el aumento de hospitalizaciones por Covid-19, muchas de las aulas han sido reacondicionadas para atender pacientes, quedando, incluso, sin espacio para funcionar.
Agregó que es necesario mantener la planta docente y administrativa, porque son esos los profesionales que están al tanto de los requerimientos especiales de los alumnos-pacientes.
Por su parte, la jefa del Departamento de Pediatría de la Clínica Santa María, doctora Marcela Paredes, afirmó que un niño enfermo necesita continuar siendo feliz y que la educación hospitalaria es esencial para conseguir ese objetivo.
La facultativa recalcó que estos colegios deben seguir funcionando, porque otros establecimientos educacionales no tienen la competencia para atender sus necesidades. Puntualizó, asimismo, que ante el aumento de enfermedades mentales en niños con riesgo de salud, resulta esencial el funcionamiento de las aulas hospitalarias, ya que logran “revivir a los niños, mediante el aprendizaje”.
Finalmente, entregó su testimonio Daniela Chávez, madre de Fernanda Domínguez, paciente de 16 años con cardiopatía congénita, que asiste al aula hospitalaria de la Clínica Santa María. Daniela aseguró que este tipo de educación le “salvó la vida a su hija” y que son 15 mil familias las que dependen de este tipo de educación y resulta imperioso “salvar las escuelas hospitalarias”.
A la sesión concurrió el subsecretario de Educación, Jorge Poblete, quien señaló que en este período se han creado 12 escuelas y aulas hospitalarias y que hay 17 en proceso de instalación.
En cuanto a los recursos económicos, el subsecretario dijo que en 2019 se creó el financiamiento con un piso fijo de subvención escolar, para los recintos que tienen una matrícula de menos de 8 estudiantes.
Por ello, la autoridad mencionó que existe total disposición por parte del gobierno para seguir entregando recursos para los estudiantes que tienen un diagnóstico y tratamiento de largo plazo. Sin embargo, agregó que ello se debe regir por las normas establecidas en la Ley de Subvenciones.
Las y los parlamentarios pidieron el detalle de las escuelas que tienen problemas para seguir funcionando y hablaron de un “diálogo de sordos” con el gobierno, por no asumir que hay aulas hospitalarias que están al borde de la quiebra.
Ante esto, las y los integrantes de la comisión tomaron el acuerdo de pedir al gobierno que se reúna con las organizaciones ligadas a las Aulas Hospitalarias, para que juntos puedan resolver el conflicto y dar continuidad al funcionamiento de estas escuelas.