Agricultura recibió a organizaciones civiles y a la industria por perfeccionamiento a la Ley del Tabaco
En el marco de la tramitación del proyecto de ley que busca adecuar la legislación nacional vigente al estándar del Convenio Marco de la Organización Mundial de la Salud, para el control del tabaco (boletín 8886), la Comisión de Agricultura recibió la exposición de representantes de organizaciones de la sociedad civil, de la industria tabacalera y de la academia.
En representación de la Mesa Ciudadana Tabaco o Salud asistieron María Teresa Valenzuela y Guillermo Paraje. La primera es investigadora en temas de control de tabaco de “Chile Libre de Tabaco”. El segundo, en tanto, es economista y académico de la Escuela de Negocios de la Universidad Adolfo Ibáñez.
María Teresa Valenzuela indicó que su agrupación promueve la salud. Su foco está en las políticas de control del consumo de tabaco basadas en evidencia y de probada eficacia. “No son las políticas de control de tabaco las que han afectado a los agricultores, sino las propias decisiones de British American Tabaco”, afirmó.
Explicó que, solo entre los años 2003 y 2013, la superficie de tabaco cultivada disminuyó en un 33% y la producción en un 35%. Sostuvo que ello se explica porque British American Tabaco optó por la mecanización de las labores agrícolas. De tal modo, se disminuyó la mano de obra.
Acotó que, según las cifras actuales de Indap, hay menos de 100 cultivos de tabaco entre la VI y VII regiones.
La British American Tobacco Chile Operaciones S.A. estuvo representada por el director de Asuntos Legales y Corporativos, Ludwig Ureel. Este señaló que la posición de la empresa está basada en que las buenas prácticas regulatorias deben ser constructivas.
Para ello, agregó, se deben considerar evaluaciones de su impacto y evidencia científica sólida. “La venta de cigarrillos a menores está prohibida. Con sabores y sin sabores; sin importar el empaquetado ni el formato. Lo fundamental es fiscalizar y hacer cumplir la ley vigente”, remarcó.
También, sostuvo que la comoditización completa de los productos de empaquetado de tabaco y su prohibición de exhibición de sabores daría un fuerte impulso al mercado ilegal. “Aun cuando la supresión de marcas y colores hicieran menos atractivas a las cajetillas, solo la darían frente a las cajetillas de contrabando, porque seguirán presentes en el mercado”, planteó.
Estimó que el mercado ilegal se vería favorecido con la prohibición de la exhibición. Esto, porque dificultará la fiscalización de los productos de contrabando al encontrarse todos escondidos en el punto de venta.
Por otro lado, señaló que aquellos fumadores que consumen cigarrillos mentolados o con sabores van a seguir haciéndolo. Solo se lo comprarían al contrabando, puntualizó.
Finalmente, dijo que la industria del tabaco entrega, anualmente, “casi el 80 % del valor de sus ventas al Estado”.
En la sesión también participó la directora para Latinoamérica y el Caribe de Campaign for Tobacco-Free Kids, Patricia Sosa. Junto a ella estuvo la asesora legal de la entidad, Gienella Severini. Además, intervino el Economista de la Universidad de Illinois Chicago, German Rodríguez.
Gienella Severini recalcó que la industria presenta argumentos que son falsos contra las medidas de empaquetado neutro. “La industria tiene una larga historia de engaño. Siempre ha engañado cuando aparece una medida que reduce el consumo y que amenaza con reducir sus ganancias”, precisó.
Informó que el empaquetado neutro no viola tratados de libre comercio ni derechos de propiedad intelectual. Agregó que esta medida “desincentiva la iniciación entre los jóvenes y la reincidencia entre aquellos que quieren dejar de fumar”.
Finalmente, afirmó que su aplicación efectiva reduciría las muertes y las enfermedades relacionadas al consumo de tabaco, generando ahorros en el sistema de salud. Por otra parte, sostuvo que no genera caídas en el empleo ni favorece el comercio ilícito.