La Comisión de Salud de la Cámara de Diputados y Diputadas inició la votación en particular del proyecto sobre muerte digna y cuidados paliativos (boletines refundidos 7736, 9644, 11577 y 11745), que se encuentra en segundo trámite reglamentario, luego que la propuesta fuera aprobada en general por la Sala, el pasado 17 de diciembre.
El grupo parlamentario, en esta sesión, conforme a lo acordado en una sesión previa, debatió tres indicaciones de las cuales solo se aprobó la interpuesta por los diputados democratacristianos Miguel Ángel Calisto y Jorge Sabag, quienes sustituyeron una norma de la iniciativa relativa a los derechos de los pacientes terminales.
En dicho contexto, la disposición plantea que los prestadores, en el caso de aquellos pacientes que se encuentren en un estado terminal o con dolor severo de cualquier clase, incluso no oncológico, deberán otorgar los cuidados paliativos tendientes a disminuir los dolores propios de su enfermedad, acompañar debidamente al paciente para que pueda sobrellevar su sufrimiento con dignidad y recibir, si lo desea, atención espiritual conforme a su religión.
Del mencionado texto, solo se rechazó la última parte que estipulaba que, para acceder a la solicitud de eutanasia, el paciente diagnosticado de un problema de salud grave e irremediable “debería haber recibido atención en cuidados paliativos durante al menos tres meses”.
Las y los legisladores escucharon, además, la exposición de las indicaciones del Ejecutivo presentadas por el asesor de Cuidados Paliativos del Ministerio de Salud, doctor Juan Pablo Yaeger. Asimismo, intervino la presidenta de la Sociedad Médica de Cuidados Paliativos, doctora Carolina Valdebenito. Ambos especialistas coincidieron en la necesidad de que se establezcan los cuidados paliativos como un deber de todos los pacientes que padecen enfermedades irremediables.
Explicaron que el tratamiento es multidisciplinario y ayuda a que el enfermo terminal lo lleve mejor, como también su familia y sus cuidadores, pues abarca: lo físico, psicoemocional, social, cultural y espiritual del proceso.