Aunque también se ha reportado el
anegamiento de viñas y frutales, estos están en período de latencia, por lo que no hay un daño
productivo en la actualidad y es posible prevenir la aparición de enfermedades asociadas a los
hongos.
“Hemos recogido información a través de los jefes de área y los equipos Prodesal de las distintas
comunas, además de recorridos para dimensionar el efecto de la emergencia, que afectó
principalmente a las zonas ribereñas de los ríos de Ñuble”, indicó el director (s) de Indap Ñuble,
Luis García Chávez, quien destacó que el escurrimiento de las aguas ha sido más rápido de lo
esperado, lo que favorece la recuperación de los sistemas productivos, destacó. Adicionalmente,
destacó que los servicios del agro están trabajando coordinadamente para la evaluación de la
situación en las distintas comunas de Ñuble en los sectores que fueron afectados y que se geo
referenciaron con el apoyo de INIA trabajar en las áreas que fueron afectadas por las crecidas de
los ríos de la región. A través de equipos en terreno, se está realizando el levantamiento de los
agricultores afectados, a fin de entregar el apoyo que en primera instancia será de alimentación
animal a un estimado de 500 productores afectados, según precisó el director de Indap. El
levantamiento de la información es transversal y sirve de insumo a todo el ministerio de
Agricultura.
En una segunda instancia, y con la información que provea la encuesta, se apoyará la
rehabilitación productiva de usuarios con turismo rural y de productores hortícolas, los que
principalmente sufrieron el anegamiento de invernaderos y de siembras al aire libre por donde el
paso del agua arrastró sedimentos, arena o embancó siembras recientes. “Aquí el río avanzó y se
juntó con el canal” contó la usuaria del sector Nahueltoro Rosenda Riquelme. Yo fui afectada con
mis animalitos, ahí están y no sabemos que va a pasar porque no tenemos los alimentos para darle
a tanto chivito. Nosotros teníamos fardos, pero nunca pensamos que podía venir esto”, contó. Ella
junto a su familia tuvo que echar abajo un árbol para poder pasar hacia el sector donde tenía una
bodega con carbón, fardos y su huerto de frambuesas, a fin de pasar a alimentar a los animales, ya
que el puente que unía los dos sectores se cayó. “Era como ver un mar, no se veía árboles, nada,
fue muy fuerte lo que pasamos, pero hay que tener fuerza y salir adelante”, comentó, mostrando
su huerto de frambuesas que parece estar en medio de una playa de arena.
Para Alejandro Elgueta del sector de Colvindo, en Ñiquén, las pérdidas tienen que ver con la
pérdida de la tierra. “Yo tenía acelga, perejil y lechugas, pero se perdió todo. Se llenó de tierra y
barro la verdura y se vino abajo un invernadero con la fuerza del agua”, dijo, mostrando el video
en que la estructura se derrumba a causa de la salida del Perquilauquén y del Ñiquén. “Ahora hay
que empezar a limpiar y comprar tierra para rellenar, porque el río se lo llevó todo y me dejó las
puras piedras y ponerle empeño, qué más vamos a hacer”.