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Medio Ambiente
Magallanes y de la Antártica Chilena | Magallanes | Punta Arenas - Publicado hace 5 horas

Sismo de magnitud 7,8 en el extremo sur activa zona de falla distinta a la clásica subducción chilena

Regional Sismo de magnitud 7,8 en el extremo sur activa zona de falla distinta a la clásica subducción chilena
#9305 | 10 de Mayo del 2025
El terremoto ocurrido el 1 de mayo frente a las costas de Magallanes no se originó en la zona de subducción habitual, sino en una compleja interacción de placas tectónicas poco monitoreada, abriendo nuevos interrogantes sobre la sismicidad en el sur austral de Chile.

Sismo en Magallanes revela compleja interacción de placas tectónicas

El fuerte sismo de magnitud 7,8 registrado el pasado 1 de mayo en el extremo sur del país ha encendido las alertas de la comunidad científica y geológica. El evento telúrico, cuyo epicentro se ubicó en el mar al sur de la región de Magallanes, no solo fue el más potente registrado en la zona en más de 70 años, sino que además se originó en un límite de placas tectónicas poco conocido, alejado de la tradicional zona de subducción del margen occidental de Sudamérica.

Según datos del Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), el sismo ocurrió en la región donde la placa Antártica se subduce bajo la placa Scotia, una zona que marca el paso desde el régimen tectónico de subducción hacia un sistema de falla de rumbo, en el que las placas se deslizan lateralmente una respecto de la otra.

El Dr. Roberto Benavente, geofísico y académico de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Católica de la Santísima Concepción (UCSC), explicó que “lo primero que llama la atención es que este terremoto no ocurre en la zona de subducción habitual en Chile, donde la placa de Nazca se introduce bajo la placa Sudamericana. Este evento se produjo más al sur del punto triple, en un área con una dinámica tectónica completamente distinta”.

El académico detalló que en este sector existe una transición entre subducción y falla de rumbo, generando una zona sísmica de características únicas, menos estudiada y con una recurrencia de eventos que puede extenderse por décadas. El último terremoto de gran magnitud en esa área data de 1949, cuando un sismo similar sacudió la ciudad de Punta Arenas.

Aunque el evento ocurrió lejos de centros urbanos y no generó víctimas ni daños mayores, su magnitud y origen replantean la percepción de riesgo sísmico en los territorios australes, tradicionalmente considerados de baja peligrosidad.

“El problema es que estos eventos, al ser poco frecuentes, tienden a ser subestimados desde el punto de vista del riesgo. Pero su potencial destructivo existe, y debemos avanzar en monitoreo constante, estudios tectónicos específicos y planes de mitigación adecuados para estas zonas”, señaló Benavente.

Este sismo representa una oportunidad para profundizar en el estudio de la tectónica en los extremos geográficos del país, donde la interacción de placas difiere sustancialmente del modelo clásico chileno. Desde la comunidad científica, el llamado es a no descuidar el sur del país en términos de investigación geológica, prevención y preparación ante eventuales desastres naturales.