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Medio Ambiente
Ñuble | Diguillín | Chillán - Publicado hace 799 dias

Seremi del Medio Ambiente avanza en consolidar la protección de especies amenazadas en Ñuble de la mano con la FAO y financiamiento internacional

Regional Seremi del Medio Ambiente avanza en consolidar la protección de especies amenazadas en Ñuble de la mano con la FAO y financiamiento internacional
#5106 | 15 de Septiembre del 2022
Hasta la capital de nuestro país se trasladó el seremi del Medio Ambiente de Ñuble, Mario Rivas, para ser parte de la actividad de cierre de la iniciativa MMA/FAO/GEF de Especies Amenazadas, actividad que contó con la presencia del Subsecretario del Medio Ambiente, Maximiliano Proaño; Eve Crowley, representante de FAO en Chile; los seremis de Biobío y Arica y Parinacota, además de representantes de Conaf, Indap y el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG).

El objetivo de esta iniciativa fue integrar criterios de conservación en el manejo de regiones frontera de desarrollo, a través de la implementación de buenas prácticas productivas que estén en sintonía con la conservación de la biodiversidad y de sus hábitats en las Regiones de Arica y Parinacota, Biobío, Maule, Ñuble y La Araucanía.

El subsecretario del Medio Ambiente, Maximiliano Proaño, sostuvo que “hoy enfrentamos una crisis climática de enormes proporciones, junto a ella, también nos enfrentamos a la mayor crisis de pérdida de biodiversidad registrada en el planeta, con decenas de miles de especies amenazadas y muchas extinguiéndose, producto de nuestra forma de relacionarnos con la naturaleza. Por eso quiero agradecer a la FAO, así como también a los socios estratégicos del sector público y privado que acompañaron este desarrollo”.

En ese sentido, Eve Crowley, representante de FAO en Chile, resaltó que “estamos muy contentos con los resultados de este proyecto. Todas y todos los presentes nos merecemos celebrar que se haya llevado a cabo una iniciativa tan importante para el país y poder compartir y revivir los logros del proyecto, para que sea un incentivo a seguir trabajando y colaborando en la conservación de la biodiversidad”.

El foco de conservación estuvo centrado a nivel país en el picaflor de Arica (Eulidia yarrellii), el zorro de Darwin (Lycalopex fulvipes), el huemul (Hippocamelus bisulcus) y el árbol queule (Gomortega keule). Precisamente estos dos últimas tuvieron especial énfasis en Ñuble, para su protección y conservación en zonas de interés donde se principalmente se encuentran ambas especies.

El seremi del Medio Ambiente de Ñuble, Mario Rivas, explicó que “uno de los focos fue incentivar el desarrollo productivo ganadero y turístico de forma responsable y en armonía con los ecosistemas de estas especies amenazadas. Gracias a este financiamiento internacional y la colaboración con la FAO, buscamos consolidar la protección del hábitat del huemul, lo que está en estrecha relación con los acuerdos sostenidos con Argentina para fortalecer un corredor ecológico binacional y sumando nuevas áreas de protección, como lo es la creación del Santuario de la Naturaleza ‘Huemules de Peumayén’ en la comuna de Coihueco”.

En es misma línea, en la región también se desarrollaron otras diversas actividades para fomentar la conservación de especies, como el Plan RECOGE, además de capacitaciones a vecinos del sector Valle Las Trancas en Pinto sobre la protección del huemul. También, a través de la iniciativa MMA/FAO/GEF, se llevó a cabo un seminario para la protección del árbol queule, junto a trabajos colaborativos con la municipalidad de Cobquecura, para cuidar a esta especie que se encuentra en peligro de extinción.

El proyecto es ejecutado por el Ministerio del Medio Ambiente, implementada por la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y financiada por el Fondo Mundial para el Medio Ambiente (GEF).

A través de esta iniciativa se buscó generar un cambio de visión que permita reducir la presión productiva sobre los bosques, para evitar su extinción, y abordar las principales amenazas para las especies en cuestión, tales como: la pérdida, degradación y fragmentación del hábitat por prácticas silvoagropecuarias no sostenibles; infraestructura gris y urbanización; cambio de uso y degradación de suelos; y vulnerabilidades propias de las especies y de sus hábitats frente al cambio climático e impacto de especies exóticas invasoras, entre otras.