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Ñuble | Diguillín | Quillón - Publicado hace 473 dias

CERECEROS DE QUILLÓN SUFREN UNA NUEVA CRISIS POR FALTA DE PODERES COMPRADORES

Cultura General CERECEROS DE QUILLÓN SUFREN UNA NUEVA CRISIS POR FALTA DE PODERES COMPRADORES
#5420 | 12 de Diciembre del 2022
Fiesta de la Cereza de Queime, organizada por el municipio local, buscó amortiguar el duro golpe, acercando a los consumidores finales, que llegaron en masa para disfrutar el retorno de la celebración.

Un verdadero “oasis” en medio de un desierto de incertidumbre disfrutaron productores cereceros de Queime en Quillón, gracias al retorno de la Fiesta de la Cereza, que atrajo a cerca de 3 mil personas a la ex escuela del sector.

Fresca, en conserva y hecha mermelada, salió a la venta la reina de las frutas quilloninas, que los visitantes se llevaron por kilo o en cajas.

“Compramos harta cereza para la casa y para compartir con la familia y amigos, es que nos encanta. Hay que aprovechar que hay harta cereza. Es una pena que los productores estén pasando de nuevo por una crisis, por lo mismo debemos ayudarlos”, aseguró el coronelino Eduardo Lavín, quien llevó una caja a la comuna minera.

De todo el país llegaron turistas a la celebración, aprovechando el fin de semana largo para disfrutar del retorno, luego de dos años de pandemia. Allí los amantes del dulce fruto local pudieron también deleitarse con comidas típicas y una fiesta que se extendió hasta altas horas de la madrugada.

 

UNA CRISIS QUE SE AGUDIZA

Temporadas de baja producción, dos años de pandemia y ahora exceso de productos en el mercado nacional. Los productores cereceros siguen lidiando con la crisis, que ha llevado a algunos de ellos a cambiar de rubro.

Sin duda, el 2022 será para el olvido. El paro de camioneros impidió la salida de cerezas para exportación a Asia, los frutos nortinos irrumpieron en Concepción, Chillán, Los Ángeles y Temuco, dejando a los productores locales sin poder vender sus cosechas a sus principales compradores en fresco. El “marrasquino de la torta” fue precisamente que las empresas conserveras no compraron la cantidad acostumbrada en años anteriores, disminuyendo también el precio del fruto por kilo.

“El que haya menos mano de obra disponible y el aumento del costo de producción de la cereza, nos ha provocado que sea muy bajo el precio de venta, en comparación al costo. Los abonos y líquidos que nos exigen parte de las conserveras nos han hecho gastar mucha plata y ganar poco. Aparte ha llegado mucha cereza del norte con un calibre más grande y a un precio muy bajo, lo que nos dificulta mucho, ya que nos obliga a bajar los precios. Hoy en día todas las cosas han subido y los precios de venta de las cerezas siguen siendo los mismos de hace dos o tres años”, contó Luis Sanhueza, agricultor de Queime.

Solidarizando con los cereceros, el alcalde Miguel Peña manifestó su molestia respecto del trato que se ha dado a los productores, por parte de la industria y precisó que “no hemos tenido el mejor trato de las grandes empresas que año a año nos compran las cerezas. Tenemos sectores muy complicados como éste (Queime), La Gloria, Coyanco, Peñablanca; un sinnúmero de localidades que se dedican a la producción de cerezas. Es impresentable que a estas alturas del año las empresas castiguen a nuestros agricultores, regulando el mercado y comprando cuando quieren y al precio que quieren”.

Entre 350 y 400 pesos estaban pagando las empresas por el kilo de cerezas, un precio bastante bajo si se considera que el costo de producción es de 220 pesos por kilo.

Algunos productores ya se resignaron a dar por terminada la temporada y dejar sus frutos en los árboles. Otros, más optimistas, lograron vender una buena cantidad a los visitantes que llegaron a la Fiesta de la Cereza y esperan seguir comercializando sus productos a los consumidores finales.

Lo cierto es que ya terminando el año, los fruticultores esperan que el 2023 sea más auspicioso y estén ajenos a las crisis.