La pandemia modificó los hábitos de millones de familias alrededor del mundo, incluidas las chilenas, las que se vieron obligadas a dejar de realizar actividades tan cotidianas como ir al supermercado, salir al parque o asistir al médico para realizarse un control.
De acuerdo con cifras del Departamento de Estadísticas e Información de Salud del Minsal, las visitas al pediatra disminuyeron un 54% a raíz del Covid-19, lo que significó que cientos de padres dejaran de monitorear el crecimiento de sus hijos.
A raíz de eso muchas familias pasaron meses sin saber si el peso y la altura de sus niños era la adecuada o podía, por el contrario, significar algún signo de alarma al que había que estar atento.
Con la intención de acompañar a esos padres, y brindarles alternativas para controlar el desarrollo de sus hijos, se creó Jirafa App. Una innovadora aplicación gratuita que facilita el seguimiento de las mediciones de altura, peso e índice de masa corporal (IMC).
Esta herramienta, si bien no reemplaza el criterio médico, permite que los papás, puedan hacer seguimiento del desarrollo del niño y compartir los datos con su pediatra de forma rápida y sencilla.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la talla baja o retraso del crecimiento infantil es uno de los obstáculos más significativos para el desarrollo humano, y afecta a unos 162 millones de niños menores de 5 años. Se habla de talla baja cuando el niño, niña o adolescente posee una estatura menor al percentil 3 de las tablas de crecimiento o menor a -2 desviaciones estándar para la edad y sexo, respecto a la media de la población de referencia.
Según la Unicef, hasta 2020 en Chile la población de niños, niñas y adolescentes de 0 a 17 años era de 4.259.155. En ese sentido, la endocrinóloga infantil Verónica Mericq, explica que “se estima que el 3% de la población infantil va a padecer talla baja”. De esta manera, según los datos de la Unicef 127 mil niños podrían tener problemas de crecimiento.
Además, Mericq, también miembro de la Sociedad Chilena de Endocrinología y Diabetes señala que “existen múltiples causas que se asocian a este tema y que pueden ser enfermedades sistémicas, genéticas, ambientales y psicológicas”. De ahí, agrega, la importancia de que los padres lleven a control a sus hijos de manera periódica.
“La estatura puede dar un índice de que el niño está alimentándose mal o tiene alguna enfermedad que hace que no suba bien de peso y, secundariamente, sea bajo. Estamos hablando de trastornos digestivos, una anemia; parásitos, respiratorios o renales crónicos; o un problema hormonal o esquelético y por lo tanto el peso, la talla y su análisis nos va a permitir discriminar”, asegura la especialista.
En cuanto a las señales de alarma que podrían indicar que el niño no está creciendo normalmente, Mericq destaca: “que no cambie la talla de zapatos de un año a otro, que sea el más bajo de su curso o que su estatura vaya disminuyendo en relación con otros niños de su edad”, pueden ser indicadores de que es necesario consultar con el pediatra para determinar el correcto crecimiento.
Asimismo, la doctora cree que es positivo que se generen aplicaciones como Jirafa App, “porque ayudan a los papás, a través de la tecnología, a entender las curvas de crecimiento de forma sencilla, ingresando datos como la altura, el peso y la edad, lo que les permite saber cómo evoluciona el niño y consultar en forma precoz si es que notan alguna anormalidad”.