La resolución judicial anula la medida previa que permitía dar a conocer las identidades de los testigos, que había sido decretada por una jueza y que había sido considerada ilegal.
De este modo, los testigos protegidos podrán seguir resguardando tanto sus nombres como sus direcciones, lo que impedirá que la defensa de Llaitul pueda conocer su identidad. Esta medida es fundamental para garantizar la seguridad de los testigos, quienes son clave en el proceso judicial en curso.