Un histórico hito de colaboración y trabajo conjunto entre diferentes representantes del sector pesquero artesanal, pymes procesadoras y la pesca industrial, se conformó la semana recién pasada el Frente Regional por la Defensa del Desarrollo Pesquero de la Región del Biobío.
La instancia fue rubricada por la Asociación Gremial de Empresarios de Pequeñas Plantas Pesqueras, AGRIPPES; la Asociación Gremial de Armadores Históricos del Biobío (ARHISPEL); Nueva organización de Pequeñas y Medianas Pesqueras (Nueva PYMEPES) y los Pescadores Industriales del Biobío, que en conjunto representan unos 10 mil empleos directos.
Según explicaron los firmantes, “el Frente Regional por la Defensa del Desarrollo Pesquero surge desde la necesidad de unión entre todos los actores pesqueros para defender la Capital Pesquera de Chile frente a cambios legislativos que signifiquen un menoscabo para la Región del Biobío.
“Quienes nos hemos autoconvocado estamos -más allá de nuestras legítimas diferencias- unidos a favor del desarrollo pesquero regional de Biobío, evitar más cesantía y cambios en las reglas del juego que dañen el futuro de las miles de familias que dependemos de esta actividad”, señalaron al término de la actividad en una declaración firmada por las organizaciones.
A la cita concurrieron Carlos Navarro, presidente de AGRIPPES, Bruno Olea representante de Nueva PYMEPES, Elizardo Vega, director de ARHISPEL y Macarena Cepeda, presidenta de los Pescadores Industriales del Biobío. Aclararon que este es un primer paso en la unidad que requiere el sector pesquero regional y que ahora lo importante es sumar a más organizaciones que compartan las visiones iniciales, así como sumar otras.
“El sector pesquero, artesanal, pymes procesadoras para consumo humano e industrial, es un motor de desarrollo, futuro y trabajo para miles de familias en la Región del Biobío. Durante casi 100 años esta actividad ha sido la base de un quehacer económico irremplazable de comunas como Talcahuano, Coronel, Tomé, Lota y del Gran Concepción. Los pescadores artesanales, industriales y pymes procesadoras de consumo humano, somos identidad para este territorio y base insustituible para el progreso y prosperidad de todo el ecosistema pesquero”, señaló Carlos Navarro de los empresarios de las pequeñas plantas pesqueras.
Según explicó Elizardo Vega, director de ARHISPEL, “nuestra actividad enfrentará este año un nuevo cambio normativo que buscará redefinir ciertos elementos fundamentales que le han dado estabilidad y desarrollo al sector. Es cierto, que se requieren ajustes, mejoras y perfeccionamientos en beneficio del mundo artesanal y pymes, pero estos cambios deben proteger la estabilidad de todo el sector y asegurar la continuidad del ecosistema pesquero en su conjunto.
“Hemos concordado algunos puntos sobre los que buscamos trabajar. Entendemos que es imposible un acuerdo perfecto y que deje conforme a todos los actores, pero tenemos la voluntad de avanzar en los algunos mínimos comunes que permitan proteger el ecosistema pesquero, laboral y económico del Biobío, por ejemplo, el combate a la pesca ilegal, para asegurar una actividad pesquera sustentable, dijo a su vez Bruno Olea representante de Nueva PYMEPES.
Macarena Cepeda, Presidenta de los Pescadores Industriales del Biobío, señaló que nos une el ánimo de defender y aumentar el empleo pesquero regional en un escenario muy duro que afecta en esta materia al país y la zona. También necesitamos fomentar el consumo humano y valor agregado para seguir -todos juntos- siendo garantes de la seguridad alimentaria nacional.
Por otra parte, “quienes hemos conformado este frente por la defensa del empleo, queremos evitar que se liciten nuestros permisos de pesca, pues sólo ocasionan concentración, pero el mayor riesgo de estas subastas es que los recursos pesqueros del Biobío queden en manos de otras regiones o países”, concluyó la dirigente gremial.