El destino de millones de personas en países de
ingresos bajos y medios durante emergencias sanitarias se discutió en la 12ª ronda de
sesiones del Órgano de Negociación Intergubernamental (INB) de la Organización
Mundial de la Salud (OMS) en Ginebra.
Si bien más de 100 naciones definirán aspectos clave para lograr un “Acuerdo
Pandémico” que aborde las profundas desigualdades que quedaron en evidencia en la
pandemia de COVID-19, existe incertidumbre y preocupación por la falta de consenso en
las negociaciones.
Tanto es así que durante el encuentro se decidió no adoptar un acuerdo este año, lo cual
fue catalogado por los defensores de esta postura como un “fracaso del sistema
internacional”.
Para el Instituto AHF, organismo que ha estado presente en las discusiones, es clave que
la salud pública a nivel global no dependa de los aportes voluntarios, como ocurre
actualmente, sino que debería seguir un modelo similar al del Banco Mundial o el Fondo
Monetario Internacional (FMI).
Y Chile, gracias a su trayectoria en salud pública internacional, puede jugar un rol clave
en su concreción, apoyando un acuerdo pandémico que busque equidad y justicia global
en el acceso a vacunas, insumos y tecnologías.
Para el Dr. Carlos Becerra, Country Program Manager de AHF Chile, “si bien tenemos
ingresos medios-altos y no enfrentamos grandes obstáculos para adquirir insumos
médicos, la realidad de las naciones vecinas, muchas de las cuales son fuente de
migración hacia nuestro país, exige un enfoque regional coordinado. Las fronteras no son
barreras para las crisis sanitarias, y nuestra región, tan interconectada, necesita una
respuesta unida para enfrentar futuras emergencias. Por ello, Chile puede y debe liderar
esta coordinación en Latinoamérica y ser voz activa en las discusiones globales”.
El facultativo advirtió que es urgente que nuestro país retome su rol histórico en la arena
sanitaria global. “Contamos con profesionales y expertos en salud pública que han
contribuido en equipos técnicos de la OMS y la Organización Panamericana de la Salud
(OPS). Aprender de las experiencias recientes y proyectar una respuesta equitativa es
vital. Las medidas locales deben ir acompañadas de un fortalecimiento del acceso a
recursos críticos en toda la región, pues solo con una cobertura sanitaria integral
podremos mitigar las muertes y el impacto de futuras pandemias”, agregó.
Pese a la falta de acuerdos globales, aún existe la posibilidad de que el INB realice una
sesión especial para analizar los temas pendientes en diciembre próximo, previo a lo que
será la 76ª Asamblea Mundial de la Salud (WHA76) en mayo de 2025, donde se definirá
finalmente un acuerdo pandémico.
Los países que abogan por un tratado más igualitario buscan avanzar hacia un cambio
global en salud pública y una visión de largo plazo, para que las vidas de millones de
personas no dependan de la caridad y las brechas económicas. Esto implica fortalecer la
capacidad de las naciones para que puedan manejar sus propias emergencias regionales,
sin que todo pase por la OMS.