Chile ha enfrentado diversos desastres naturales y situaciones imprevistas, sin embargo, la capacidad de respuesta ante emergencias, especialmente en el ámbito laboral, sigue siendo una asignatura pendiente. El reciente apagón masivo del 25 de febrero, que dejó sin electricidad a más del 98% de la población durante varias horas, evidenció las dificultades que enfrentan los chilenos al tratar de reaccionar ante una crisis. Aunque muchas personas parecen tener la habilidad de reaccionar rápidamente, la preparación efectiva ante emergencias sigue siendo insuficiente, especialmente en el ámbito laboral, según Cristian Arancibia, gerente general de MG Certifica.
Arancibia explica que la respuesta ante emergencias en las industrias chilenas es reactiva, no preventiva, por varias razones. La falta de formación en el catálogo nacional de competencias laborales, la ausencia de verificaciones objetivas de que los trabajadores realmente han internalizado los conocimientos sobre actuación en situaciones de emergencia, y la tendencia a reaccionar solo cuando ocurre un accidente grave o de alto impacto, son algunos de los principales factores que explican esta debilidad.
La falta de preparación ante emergencias en los ambientes laborales puede tener consecuencias fatales, sobre todo en sectores industriales donde el riesgo es mayor. Arancibia advierte que los protocolos en muchos casos no están actualizados o no toman en cuenta todas las variables necesarias, lo que puede llevar a tragedias evitables.
Para mejorar la preparación y respuesta ante emergencias, el experto propone que, como mínimo, las empresas exijan una Certificación de Competencias en actuación en casos de emergencia para sus trabajadores. Además, se deben implementar simulacros periódicos para medir la capacidad de respuesta tanto de las personas como de las organizaciones. Estas estrategias no solo contribuirán a la seguridad, sino que también garantizarán la continuidad operativa de las empresas en momentos críticos.
MG Certifica, como centro de evaluación y certificación de competencias laborales, juega un rol clave en este proceso, apoyando a las organizaciones para que sus empleados estén mejor preparados para enfrentar emergencias. La prevención y el entrenamiento constante son la diferencia entre la seguridad y la vulnerabilidad, y en un país como Chile, donde las emergencias son una constante, invertir en preparación es fundamental para salvar vidas y proteger la productividad.