Un nuevo espacio comunitario para personas con Parkinson está en construcción en Chillán, gracias a la inversión del Gobierno Regional de Ñuble. Se trata de una sede social que albergará a cerca de 70 integrantes de la agrupación local, quienes ahora podrán contar con un lugar adecuado para realizar terapias y actividades relacionadas con la enfermedad.
El proyecto fue impulsado por la Municipalidad de Chillán y financiado por el Gobierno Regional con una inversión de $146 millones. La sede contará con una superficie de 143 m² e incluirá dos oficinas, una cocina, dos baños, una bodega y un salón multiuso, además de accesibilidad universal con rampas y estacionamiento adecuado.
Durante la ceremonia de colocación de la Primera Piedra, el Gobernador de Ñuble, Óscar Crisóstomo, destacó que esta obra era un compromiso con la agrupación, recordando que al iniciarse la construcción del nuevo Hospital Regional, los miembros de la agrupación quedaron sin un espacio físico. “Hoy estamos restableciendo lo que era antiguamente su casa, con una sede social en óptimas condiciones y muy bien ubicada, frente al Cesfam Ultraestación. Este es un gran paso para beneficiar a personas con una enfermedad compleja y también a sus familiares”, afirmó Crisóstomo.
El alcalde de Chillán, Camilo Benavente, también destacó la importancia de este proyecto, recordando que la agrupación de Parkinson había quedado sin un espacio fijo tras la construcción del nuevo hospital. “Hoy estamos colocando la primera piedra de un lugar que no solo acogerá a personas con Parkinson, sino también a sus familias y a toda la comunidad, incluyendo a los adultos mayores de la zona poniente”, agregó el alcalde.
Clara Fonseca, directora de la Agrupación de Parkinson-Chillán, expresó su agradecimiento a las autoridades locales y regionales por haber hecho realidad este proyecto. “Es fundamental contar con un espacio adecuado, ya que nuestras terapias son esenciales para frenar las secuelas del Parkinson. Actualmente, tenemos 68 pacientes que requieren intervención terapéutica diaria, y agradecemos el apoyo de las casas de estudios como la Universidad del Bío-Bío y la Universidad Adventista, que nos asisten en este proceso”.
Este centro de rehabilitación no solo mejorará la calidad de vida de las personas con Parkinson, sino que también fortalecerá el sentido de comunidad entre los pacientes y sus familias.