Las líneas de expresión y las arrugas son señales normales en nuestro rostro que evidencian que hemos vivido. Cada persona es única, la genética, el estilo de vida y los cuidados de la piel pueden influir en cuándo y cómo se manifiestan ambas.
Magdalena de Quevedo, cosmetóloga, nutricionista y CEO de Clínica Acorpus explica que “Las líneas de expresión, generalmente son el resultado de los movimientos faciales repetitivos, como sonreír, fruncir el ceño o gesticular. Estas líneas suelen ser más evidentes alrededor de los ojos (las llamadas patitas de gallo) y la boca”.
“Además, son más superficiales y no tan profundas como las arrugas. Por ello, estas líneas pueden atenuarse con tratamientos efectivos, como, por ejemplo, la toxina botulinica”, agrega.
En tanto, las arrugas, según explica la profesional “pueden aparecer en varias partes del rostro, incluyendo la frente, alrededor de los ojos (patas de gallo), entre las cejas y alrededor de la boca y surgen debido al envejecimiento natural de la piel. A medida que envejecemos, la producción de colágeno y elastina disminuye, lo que lleva a la pérdida de firmeza y la formación de arrugas. Además, tienen una profundidad mayor y pueden ser visibles incluso cuando el rostro está relajado”.
Actualmente existen una serie de tratamientos efectivos para atenuar las líneas de expresión siendo la estrella, la toxina botulínica, popularmente conocida como toxina botulínica.
La cantidad de sesiones de toxina va a depender de cada paciente y de su edad. Por ejemplo, hay pacientes que comienzan a aplicarse a los 25 años porque tienen un envejecimiento prematuro, un fenómeno que se tiende a dar en pieles delgadas. Para ello, lo ideal es lo que se conoce como Baby Bótox, que es un tratamiento de cantidades mínimas de toxina botulínica (entre 15 a 20 unidades) para quienes pertenecen a esta generación.
Ahora, la profesional de Acorpus es bastante clara: “la toxina en estos casos, lo que hace es retardar la aparición de la arruga y la pronunciación de la misma, otorgando una piel más tersa, atenuando o eliminando líneas de expresión".
Nuestro estilo de vida se refleja en nuestra piel
El evitar exponer nuestro rostro al sol sin protección, es vital, no solo para la prevención de arrugas, sino que también para evitar manchas y hasta un posible cáncer a la piel, por ello, es importante aplicar un protector solar, idealmente dermatológico y FS50 todos los días y durante todo el año y, no sólo en verano o para ir a la playa o a la piscina.
“Aplicar bloqueador solar es una obligación que tenemos con nosotras mismas, todos los días, haya o no sol, e incluso si es que no salimos de casa, puesto que la exposición a pantallas, como las de los computadores, celulares o televisores también pueden dañar nuestra piel y mancharla. Preferir los bloqueadores FP50. Reaplicar el bloqueador cuantas veces se sienta necesario”, enfatiza Magdalena.
Por otro lado, es importante señalar que el trasnochar, es decir no dormir las horas que necesitamos para un buen descanso, el estrés, el consumo de alcohol, así como el tabaquismo también pueden generar un envejecimiento prematuro en nuestra piel.
Otros tratamientos antiage
De manera paralela también hay otros tratamientos faciales que ofrece Clínica Acorpus que ayudan en esta materia, tales como Fotorejuvenecimiento, Intensive Refresh, Terapia Endovenosa antiage, entre otros.
Alimentos que ayudan a la prevención de las arrugas
Una dieta equilibrada y rica en nutrientes puede contribuir a mantener una piel saludable y prevenir el envejecimiento prematuro, incluyendo la formación de arrugas y líneas de expresión. Aquí hay algunos alimentos que se consideran beneficiosos para la salud de la piel:
Arándanos: Contienen antioxidantes que pueden ayudar a proteger la piel del daño causado por los radicales libres.
Fresas y kiwis: Son ricos en vitamina C, que es esencial para la formación de colágeno, una proteína que mantiene la elasticidad de la piel.
Zanahorias: Contienen betacarotenos, que se convierten en vitamina A, promoviendo la regeneración celular.
Espinacas: Es rica en vitaminas A y C, así como en antioxidantes que ayudan a combatir el daño celular.
Pescados: El salmón, trucha, sardinas: Son fuentes de ácidos grasos omega-3, que pueden contribuir a mantener la hidratación de la piel.
Nueces, almendras, chía, linaza: Contienen ácidos grasos esenciales y vitamina E, que son beneficiosos para la salud de la piel.
Palta: Contiene grasas saludables que pueden ayudar a mantener la elasticidad de la piel.
Té verde: Es rico en antioxidantes, como catequinas, que pueden ayudar a proteger la piel del daño solar y combatir la inflamación.
Agua: Mantenernos hidratadas es crucial para la salud de la piel. El agua ayuda a mantener la piel flexible y a eliminar toxinas.
Tomates: contienen licopeno, un antioxidante que puede ayudar a proteger la piel del daño causado por el sol.
Chocolate negro: Consumido con moderación, el chocolate negro con alto contenido de cacao puede proporcionar antioxidantes que benefician la salud de la piel.
Colágeno: Alimentos ricos en colágeno, como caldos de huesos, pueden ayudar a mantener la elasticidad de la piel.