Más de 900 platos, elaborados en base a pavo, salieron a la venta durante la novena versión de la Fiesta del Pavo de Huenucheo, instancia que este año tuvo un componente especial, en el marco del Día de los Patrimonios.
Uno a uno fueron saliendo los platos, acompañados de buena música folclórica y otras delicias culinarias, típicas de la cocina chilena.
Al horno, al jugo o como cazuela, la tradicional ave se presentó ante los fieles visitantes, que como todos los años visitaron la comuna, para participar, en masa, de la celebración costumbrista.
“Cazuela de pava, pavo al jugo y pavo asado sacamos a la venta, en total serían como 900 platos. Dos semanas nos preparamos para este día y ahora empezamos a las 07 de la mañana a trabajar. Es muy sacrificado este trabajo, pero vale la pena y a la gente le gusta mucho nuestra comida”, contó Orfelina Betanzo, jefa de cocina de la fiesta.
En el sector Huenucheo de Quillón, se encuentran los principales crianceros de la zona, quienes a través de la junta de vecinos del lugar y la municipalidad local organizan la Fiesta del Pavo.
Más de 3 mil personas, de distintos lugares de la región y el país, asistieron a la última versión de la Fiesta del Pavo para disfrutar de sus platos estrella, cocinados con ingredientes oriundos de la zona.
“Este año nuestra Fiesta del Pavo de Huenucheo reviste una importancia especial, ya que se desarrolló en el Día de los Patrimonios, instancia a la que le hemos dado un mayor realce y en que, precisamente, consideramos a las distintas preparaciones del pavo como parte del Patrimonio Gastronómico de Quillón. Estamos muy orgullosos de retomar las actividades en los sectores rurales, mostrando su identidad con estas fiestas costumbristas y, por supuesto, esperamos haber cumplido con las expectativas de nuestros visitantes, locales y turistas”, indicó el alcalde Miguel Peña.
Cerca de una veintena de stands fueron puestos a disposición del público, con artesanías, productos de elaboración local, juegos para niños y otras delicias gastronómicas, típicas del país, como choripanes, completos, empanadas y costillares asados, entre otras.
Con el tradicional corte de cinta, el alcalde Miguel Peña dio inicio a la celebración de la exótica ave, aprovechando el gran marco de público que a la hora del almuerzo ya repletaba la carpa de 800 metros cuadrados.
“Es primera vez que venimos a esta fiesta, siempre tratamos de asistir a fiestas costumbristas de la zona y ahora vinimos a disfrutar con la familia. Comimos cazuela de pava y estaba muy rica, muchos años que no comía. Simplemente, muy buena la Fiesta del Pavo”, expresó Ricardo Mellado, visitante de Concepción.
Asimismo, María Luisa Villegas visitó Huenucheo y su celebración por primera vez, destacando que “estamos contentos de haber venido. Vinimos con un grupo de amigos de 40 personas de paseo, directamente desde Coronel. Como grupo siempre tratamos de visitar fiestas costumbristas, sobre todo allá en Biobío y hoy por primera vez llegamos a esta celebración. Todo muy bueno”.
Tras la inauguración no se hizo esperar el pie de cueca, para festejar como “buen chileno”, mientras los asistentes hacían fila para comprar las tres variedades principales de almuerzo, pavo al horno, al jugo y cazuela de pava con chuchoca; de los que salieron a la venta cerca de 900 platos.
La fiesta en la sede de la junta de vecinos Huenucheo, se extendió hasta altas horas de la madrugada, amenizada por conjuntos folclóricos y bandas rancheras y un grupo de cumbia clásica. Sin duda, la celebración terminó siendo todo un éxito, más tomando en cuenta que la Fiesta del Pavo pasó a ser considerado como Patrimonio Gastronómico de Quillón.