Los audífonos se han convertido en un dispositivo de uso cotidiano, y nos acompañan cuando realizamos deporte, en jornadas de estudio y trabajo, o simplemente para bloquear el ruido exterior.
Sin embargo, “su uso frecuente, si es prolongado y con alta intensidad, puede generar una pérdida auditiva de grado leve a moderado y –obviamente- entre más fuerte se ocupa el volumen en los auriculares, es mayor la posibilidad de que genere este daño", explicó el académico de la Universidad de Talca, Gustavo Cubate.
Uno de los primeros síntomas que puede generar el uso intensivo de auriculares, es la sensación de escuchar más bajo. También, detalló el profesional de la Clínica de Fonoaudiología de la casa de estudios, surge otro síntoma que se denomina Tinnitus, “que es una especie de pitido o sonido constante y que se siente con más claridad cuando hay silencio o al momento de dormir”.
Lamentablemente, alertó el especialista, el daño auditivo que pueden generar estos dispositivos es irreversible, “aunque existen medicamentos que buscan revertir este daño, no hay nada comprobado al 100 % porque lo que se produce es la muerte de células dentro del oído que no son recuperables.
Recomendaciones
Si bien existe una amplia oferta de auriculares, explicó el docente Gustavo Cubate, aquellos que se introducen en el oído o mejor conocidos como intracanal, son los que más daño pueden provocar ya que se ubican más cerca del tímpano. “Los que van por fuera del oído, causan menos impacto, aunque la recomendación, para cualquier tipo de auricular, es evitar usarlos por muchas horas continuas, porque, a la larga, se va a generar daño”, precisó.
Otra recomendación respecto al uso de audífonos, detalló el experto, es tomar en consideración las alertas que generan algunos dispositivos como los celulares, que avisan al usuario cuando sube el volumen a niveles peligrosos o ha permanecido durante muchas horas utilizándolos.
Desde la Organización Mundial de la Salud, se recomienda utilizar la regla de los 60/60 que propone no superar el 60% del volumen máximo de los dispositivos de audio y no usar audífonos más de 60 minutos continuados al día, lo que ayudaría a prevenir la fatiga auditiva y el daño permanente a la audición.