Estos animales, entrenados cuidadosamente, realizan tareas específicas como recoger objetos, alertar sobre sonidos importantes o crisis médicas, y asistir en actividades cotidianas que sus propietarios no pueden realizar por sí mismos. Su labor no sólo representa un apoyo funcional, sino también un vínculo emocional fundamental.
Pamela Lepe, Coordinadora Técnica y de Marketing en MSD Salud Animal, resaltó que los perros de asistencia son seleccionados por su temperamento y habilidades. “Estos animales están entrenados para actuar de manera específica ante las necesidades de cada persona. Por ejemplo, un perro puede detectar cambios en los niveles de azúcar en sangre en personas con diabetes o anticiparse a una crisis epiléptica, ayudando a su dueño a mantenerse seguro durante el episodio”, explicó.
El entrenamiento varía según las necesidades del usuario. Desde guiar a personas con discapacidad visual hasta asistir en emergencias médicas, estos animales se convierten en una extensión de las capacidades de quienes los necesitan. Asimismo, desempeñan un papel crucial en el apoyo a personas mayores, en la terapia de trastornos psicológicos o en la mejora de la comunicación y seguridad de niños con autismo.
Además de su entrenamiento, el cuidado de la salud de los perros de asistencia es esencial. La Coordinadora Técnica y de Marketing en MSD Salud Animal, Pamela Lepe enfatizó que deben recibir revisiones veterinarias regulares, vacunas y desparasitaciones para garantizar tanto su bienestar como el de las personas a quienes asisten. "Razas como el Golden Retriever y el Labrador Retriever destacan por sus cualidades temperamentales y su capacidad de aprendizaje, convirtiéndose en compañeros ideales para estas tareas".
Con esto, desde MSD Salud Animal, reafirman la importancia de valorar y reconocer la labor de estos animales, que día a día demuestran ser mucho más que simples compañeros: son verdaderos aliados que transforman vidas.